• Savoir faire excepcional
  
• Lenguaje geométrico
  
• Laboriosas técnicas de taracea
  

Fruto de una exquisita elaboración artesanal, esta joya destaca por la extraordinaria combinación de una tradición antiquísima y una estética geométrica de gran modernidad. Haciéndose eco de los influjos culturales de los nativos del sureste americano, los rayos del sol de este colgante representan los cuatro puntos cardinales tradicionales, las partes del día, las estaciones y, en sentido figurado, la vida en general. Las estructuras geométricas, los vistosos colores y el sinfín de detalles refuerzan el efecto místico a la par que moderno de este talismán. Las cerca de 150 piedras de colores, así como las once taraceas de piedra, se han ido tallando una por una y fijando laboriosamente a mano en la joya.